miércoles, 5 de junio de 2019

ARTÍCULO FINAL





INTRODUCCIÓN

Como introducción a este trabajo y como cierre a todo el trabajo general con la realización de las diferentes actividades relacionadas con la Literatura infantil, esta actividad se centra en una pequeña síntesis de todos los bloques y la relación entre ellos junto con una reflexión personal sobre las aportaciones de las mismas de cara a mi futuro como profesional. 



Me gustaría empezar diciendo que cuando me matriculé de esta asignatura lo hice con muchas ganas e ilusión por cursarla dado que el mundo de los cuentos infantiles me tenía cautivada desde hace varios años y la verdad que además de haber sido una asignatura preciosa, me ha hecho aprender aún más y ha sido un punto de inflexión, un antes y un después sobre el verdadero sentido y significado de la literatura infantil. 

Mi conocimiento por la Literatura infantil comenzó hace varios años cuando estaba haciendo prácticas de infantil en el aula de 2-3 años con una profesora, quien cada semana traía un cuento nuevo para leer a los niños de su clase. Recuerdo que cada cuento era más bonito y yo lo disfrutaba tanto como los niños. A partir de ahí, descubrí el maravilloso mundo de los cuentos infantiles y desde entonces no puedo dejar de evitar el pararme en la zona de cuentos infantiles y comprarme 1,2,3… ¡a veces hasta varios cuentos!. Ahora tengo una pequeña estantería que deseo seguir llenando y enriqueciendo. Lo mejor de todo, es que haber cursado esta asignatura me ha hecho darme cuenta de que algunos de los libros que tenía, no cumplían verdaderamente la función de cuento literario, siendo cuentos paraliterarios, lo cual, una de las cosas más importantes para mí, ha sido darme cuenta que los cuentos no tienen que cumplir la función de enseñar algo a los niños, lo cual, es un gran aprendizaje ya que ha cambiado mi forma de leer o contar los cuentos a los niños. Así mismo, y no menos importante, he aprendido a saber escoger los cuentos en relación a la edad y al momento evolutivo, lo cual, no sólo me ayuda a la hora de saber elegir o descartar cuentos, sino que cuando los lees a los niños, teniendo presentes estos aspectos, ves que realmente tiene un efecto en ellos, en la manera en que prestan atención y disfrutan. 

En definitiva, es maravillo poder educar cuando sabemos y conocemos a los niños y sabemos qué y cómo ofrecerles, ya sea un cuento, un juguete, un abrazo… ateniendo a sus necesidades y no atendiendo, a las necesidades que le son propias del adulto que trata de imponer por su propia necesidad, queriendo siempre enseñar a los niños algo, sin dejar que descubran por ellos mismos, alejándoles del placer y disfrute de querer seguir descubriendo y aprendiendo por su propio placer personal. 

EXPERIENCIAS (MALAS O BUENAS) SOBRE LA FORMA EN LA QUE SE TRABAJA LA LITERATURA 

Como experiencia a la hora de haber visto trabajar la literatura en el aula, sólo puedo hablar desde mi experiencia en el aula de 0-3 años y he podido observar diferencias. He visto aulas, una minoría, en las que se cuidada mucho la literatura infantil y se daba mucha importancia a los cuentos y como he mencionado antes, esto sólo lo vi durante mis prácticas, en el aula de 2-3 años cuya profesora invertía su propio dinero en comprar cuentos para tenerlos en su aula. Otras aulas, la gran mayoría, donde apenas había cuentos, ni eran adaptados a la edad y momento evolutivo de los niños, ni a las necesidades de los mismos y tampoco estaban bien cuidados. 

En términos generales creo que no se le da el valor ni la importancia suficiente a los cuentos y sobre todo no se sabe la verdadera función que cumplen los cuentos ni qué condiciones deben cumplir a la hora de saber escogerlos. Como consecuencia de ello, nos encontramos por un lado, profesores que cuentan “cuentos” en la asamblea con el único propósito de rellenar tiempo dedicado a la misma y quienes con su buena intención, invierten dinero, tiempo y espacio en tener cuentos en su aula para sus alumnos pero no sabiendo si realmente se adecúan o no a las características evolutivas y la edad de los alumnos, siendo muchas veces cuentos que se escogen con la intención de enseñar algo a los niños, lo cual es un error que creo que cometemos muchos educadores. 

Por otro lado, el tema de los espacios, dedicados a los cuentos, he podido ver y trabajar en escuelas donde los libros estaban colocados en lo alto de una estantería del profesor, lo cual impedía a los niños tener acceso a ellos. Por otro lado, he visto escuelas donde había cuentos a la altura de los niños pero sin ninguna zona ambientada ni creada para favorecer la lectura y cuyos cuentos, en su mayoría, estaban algo estropeados, no decir rotos y en mal uso, aspectos que no aspectos invitan a los niños a querer descubrir, sino más bien, a destruir. 

Pese a ello, tengo la esperanza de que muchas escuelas están empezando a darse cuenta de la importancia de los ambientes y zonas en el aula que inviten a los niños a estar y descubrir, entre ellas la zona para la lectura. 




BLOQUE 1

La idea principal de este bloque es presentarnos la Literatura infantil la cual define como un ARTE que utiliza PALABRAS para manifestarse. ES EL ARTE CREADO CON PALABRAS, siendo su objeto artístico, el libro, obra, texto… donde la literatura infantil, son libros escritos y pensados para niños, basados en las vivencias propias de determinadas edades. Una manera de poder acompañarlos en su formación personal y un reclamo efectivo para la formación de futuros lectores de literatura, la cual no está creada para enseñar, ni para inculcar pensamientos o valores, ya que sino estaríamos hablando de paraliteratura, la cual presenta casi todas las características de los textos literarios pero que difieren en algunas de ellas, de forma que no pueden considerarse propiamente literatura. Por tanto, para que un texto sea considerado literario ha de cumplir las siguientes características: 

· Ha de ser el artístico. 

· Cumple la función poética con un carácter simbólico del lenguaje. 

· Aunque está inspirado en hechos reales, es un texto de ficción. 

· Debe pertenecer a uno de los tres géneros literarios: narrativa, poesía y texto teatral. 

Nacida en los años 70 con carácter moralizante o didáctico, “enseñar deleitando”, lo cual ha existido gran parte de la historia del niño cuyo principal objetivo era el de moralizarlos o educarlos en el conocimiento del entorno, para enseñar contenidos y conceptos (los colores, las estaciones, los objetos del entorno...) y para educar a los pequeños en los valores morales que los adultos deseamos para ellos (ser generosos, no mentir, ser aplicados y trabajadores...) 

A partir segunda mitad del siglo XX, la paraliteratura infantil se va transformando en literatura: en el que el lector se convierte en protagonista real de la historia a partir de su identificación efectiva con los personajes, donde los personajes arquetípicos y planos, se van convirtiendo en "niños reales" tienen su psicología y siempre expresan qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen. Es así como el carácter didáctico y moralizador de los libros para niños, va dejando paso a una experiencia artística real en la que el lector encuentra aventuras y sensaciones cercanas a su edad y a su momento madurativo. La inserción social está más en relación con el realismo: la familia, la escuela y la pandilla aparecen en libros para niños de las diferentes edades y en ellos se reflejan sus problemas, dudas, miedos... Es aquí, cuando cambia el concepto de infancia y donde surge la verdadera literatura infantil siendo hoy un género más dentro de la literatura, a través de un lenguaje literario adecuado a la capacidad de percepción infantil, consiguiendo una comunicación entre el protagonista y lector, a través de modelos de identificación, incidiendo en el desarrollo del niño a nivel afectivo y de conocimiento, donde la imaginación infantil concibe como vivencias posibles y personajes con los que compartir la anécdota. El niño lector reconstruye las historias de estos personajes desde su propia circunstancia y aprende, sin necesidad de moralejas. 

La primera niña real de nuestra literatura infantil, nace de la pluma de Encarnación Aragoneses Urquijo, más conocida como Elena Fortún, y se llama Celia. 

El texto teatral se escribe para ser representado con el gesto y movimientos, comprendiendo y sintiendo lo que el texto nos transmite. Integrar la expresión dramática en las materias que ya se imparten. Una interesante actividad cooperativa, devolviendo al teatro el lugar que le corresponde dentro del marco de la educación, siendo necesario que el teatro entre en la escuela no solo como arte, sino también como medio psicopedagógico, donde a través de la actuación dramática, el niño aprenda desde una actividad más motivante, permitiéndole hablar y mejorar su lenguaje, ejercitar su expresión escrita, situarse espacial y temporalmente, poner en práctica medios de expresión artística, familiarizarse con el lenguaje no verbal y desarrollar la psicomotricidad. 

Por otro lado, la poesía de autor debe presentarse a los niños como un juego artístico, permitiéndoles que su propia imaginación creadora interprete y recree lo que lee e invente nuevas formas, ofreciendo caminos que lo lleven a experimentar y gozar con la imaginación y la creatividad mediante juegos de palabras, metáforas que se convierten en adivinanzas, que el niño no solo puede aprender sino también aprehender, vivir, recrear la realidad. El bebé, ya desde el balbuceo, muestra gusto por los juegos vocálicos, los ritmos o las invenciones léxicas, por tanto, como maestros hemos de proporcionarle, la posibilidad de continuar su gusto por el disfrute creativo. 

Un elemento morfológico indisociable al género de la literatura infantil son las ilustraciones para hacer más entretenida la lectura y reforzar la adquisición de conocimientos. 

La industria del libro ilustrado para niños tuvo un desarrollo importante en Europa durante los siglos XVIII y XIX. 

Los años 90 supuso un gran avance en el mundo de la literatura infantil, gracias a la aparición en el mercado de los álbumes de imágenes: libros completamente ilustrados en los que las ilustraciones complementan al texto y favorecen el que los que aún no saben leer puedan seguir un texto narrado por un adulto, "leerlo" desde su propia memoria, desarrollar el razonamiento icónico, previo al simbólico y la comprensión icónica, previa a la lectora y disfrutar de las historias a través de los dibujos. 

Dentro de todos estos tipos de libros para niños, destaca el concepto álbum ilustrado o álbum de imágenes que se caracteriza porque las imágenes ocupan mayor espacio que el texto y que las ilustraciones y el texto forman una unidad. 

Como cierre a este primer bloque decir, que antes de leer un libro, éste debe estar seleccionado y elegido concienzudamente para el receptor o receptores conociendo a los niños, así como sus gustos y el momento evolutivo en el que se encuentran. Para lo cual, debemos leerlos previamente y analizarlos en función del receptor y su calidad en relación al formato y al contenido del mismo. 



BLOQUE 2


Este segundo bloque trataba de los textos folcróricos, donde gran parte de la literatura folclórica que hoy conocemos, es gracias a personas que se interesaron por ella y la pusieron por escrito. Gracias a la transmisión oral de los pueblos, donde claramente se reflejan sus deseos. Historias de pueblo que se expandían entre las gentes mediante la voz para ser recordadas tiempo después. Resulta lógico, pues, encontrarse con un mismo cuento relatado de cientos de formas heterogéneas en distintas culturas ya que, al tratarse de una tradición oral, cada cual adoptaba su visión de la historia aportando su pequeño grano de arena a la misma, siendo la herencia que se ha elaborado y transmitido de forma horizontal, donde las familias intercambiaban historias entre ellas, no pudiendo considerarse literatura para niños, sino literatura de grupo o de familia, narraciones al calor de la lumbre para recordar realidades que se narraban como cuentos y cuentos que se narraban como verdades. Con el paso del tiempo, estos textos llegaron a considerarse como literatura menor y como forma de aprendizaje y divertimento, hasta el punto de ser mal denominados “textos infantiles”. 

Una de las cualidades de los cuentos es la de estimular la fantasía y la imaginación del niño. Los cuentos, por su variedad temática, de ambientes, de situaciones y de personajes, abren al niño un amplio abanico de posibilidades. Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de hablar de la literatura oral, es el desarrollo de habilidades lingüísticas: el niño desarrollará su lenguaje, su léxico y sus estructuras gramaticales a partir de la escucha de historias, canciones y retahílas que le resultan atractivas y motivadoras. 

El cuento folclórico es el primer e importantísimo paso que acerca al niño a la lectura, es decir, al cuento escrito. 

El siglo XVII, llevó a Francia la moda de las hadas; la corte de Luis XIV se convirtió en el centro de recopilación, creación y difusión de los cuentos folclóricos que, hasta entonces, habían pertenecido más al pueblo que a la nobleza, y fueron muchas las damas que publicaron historias maravillosas durante los siglos XVII y XVIII. En este ambiente tan propicio surge la figura de Perrault, quien consideraba que los cuentos de hadas eran útiles para instruir, siendo su motivación fundamental, aportar enseñanzas morales, considerando que la moraleja era imprescindible, donde sus historias se basaban más en lo moral que en la literatura en sí. 

Los grandes clásicos de los cuentos de hadas son, los hermanos Grimm, cuyos textos son los más estudiados e utilizados en la educación de los niños. El papel de los hermanos Grimm es fundamental en la historia de los cuentos de hadas. Una literatura colectiva del pueblo para el pueblo. 

Idóneos para el público infantil: una visión optimista, ya que el desenlace es casi siempre satisfactorio y un proceso muy sencillo de identificación con el héroe, que permite que el niño quiera convertirse en el protagonista. 

La literatura oral tradicional a la escuela supone hacer que el niño viva la palabra que ha perdurado durante generaciones, llenarlo de la afectividad de la comunicación de tú a tú e incorporarlo a su cultura o a otras culturas ancestrales. 

Los textos folclóricos son para CONTAR y CANTAR cuyo principal objetivo no era moralizante sino lúdico. La moraleja aparece con el fin de explicar y enfocar la comprensión de la totalidad del texto. Contar cuentos con una moraleja, además de mediatizar la estructuración moral y la comprensión de los alumnos, convierte el texto en paraliterario. 

Los cuentos hablan de las posibilidades liberadoras de la imaginación. El cuento folclórico forma parte de un proceso de socialización del que forman parte el mundo afectivo del narrador y del receptor. En los motivos se refleja, precisamente, la esencia del cuento: los deseos, los miedos, las ilusiones humanas... Por tanto, no se tiene que explicar los cuentos a los niños, no los moralices, no reduzcas la magia del folclore a una enseñanza práctica. Deja que sean ellos los que decidan, en cada momento de su vida, lo que un texto les está transmitiendo. 

Estos cuentos fueron clasificados por Vladimir Propp en cuatro categorías: mitos (historias de origen religioso, cuyas religiones han desaparecido), cuentos de animales (caracterizados porque todos sus personajes son animales, hay que destacar que estos no son moralizadores pero las fábulas sí), cuentos de fórmula (en los que la memoria del narrador es fundamental y no permiten la recreación típica de los relatos folclóricos) y cuentos de hadas o maravillosos (caracterizados por tener al menos un personaje mágico-fantástico, incluyendo animales que hablan y se comportan como personas humanas). De todos los textos folclóricos en prosa, el más extendido y el que más estudios y análisis ha provocado, es el cuento maravilloso. Cuentos en los que aparece un personaje sobrenatural, sea bueno o malo; representan la expresión del acontecer mágico y del deseo del hombre de transformar e influir en el entorno según su voluntad. 
 El psiquiatra Bettelheim publicó un libro revolucionario, Psicoanálisis de los Cuentos de Hadas, sobre este tipo particular de literatura folclórica en relación con el desarrollo psicológico infantil. En él afirmaba que los relatos orales infantiles, ayudan a los niños a conocerse y a explicarse el mundo de modo que el niño puede comprender inconscientemente, adaptando el contenido inconsciente a las fantasías conscientes que le permiten entonces tratar con este contenido. En este sentido, los cuentos de hadas ofrecen a la imaginación del niño nuevas dimensiones a las que le sería imposible llegar por sí solo. La forma y la estructura de los cuentos de hadas sugieren al niño imágenes que le servirán para estructurar sus propios ensueños y canalizar mejor su vida.” 

El teatro folcrórico siempre ha tenido vocación de divertir, siendo de especial atractivo para los niños los teatros de títeres (guante o manopla; de varas o palos; cuerdas o cables) y marionetas. En la actualidad, el teatro de títeres ha desaparecido casi por completo siendo a su vez considerados como un entretenimiento solamente para niños. En cambio, los espectáculos de marionetas siguen siendo muy populares entre niños y mayores y su uso en el aula, es un recurso didáctico altamente positivo que favorece la interiorización de argumentos, de conceptos y de vocabulario, además, de ser una actividad motivadora. 

La poesía folcrórica introduce al niño en la palabra, en el ritmo, en los símbolos, ejercita su motricidad y su memoria. 

Dentro de la poesía infantil abunda tanto en textos con música como las retahílas (con solo dos o tres notas que se repiten continuamente) y en textos para recitar. En el primer grupo incluiremos las retahílas (una, dola...), las fórmulas de sorteo (pito, pito, colorito...), las burlas (acusica barrabás...), los trabalenguas, las adivinanzas y las prendas (Antón Pirulero). En el segundo grupo, encontramos las nanas, siendo las nanas y las retahílas una de las primeras cosas que el niño escucha donde Vygotsky remarca la importancia de la palabra materna en la formación de los procesos verbales; las canciones para mover al niño brazos y piernas (cinco lobitos...), las de balanceo, cosquillas y risas (cuando vayas a la carnicería...), los juegos de movilidad – inmovilidad (el escondite inglés), los juegos de tiento (la gallina ciega), los juegos de lanzar objetos..., de comba y de goma. En el tercer grupo, tenemos canciones diversas de saltos y giros, canciones de palmas, canciones de pasillo, mimos e imitaciones y escenificaciones. 

El niño siempre ha aprendido jugando, El canto y el juego no se perderán nunca porque dependen del niño, mientras que el cuento folclórico narrado depende del adulto que lo está dejando perder, por lo que no debemos olvidar los aspectos lúdicos del lenguaje siendo el folclore infantil un auxiliar imprescindible en el aula donde el niño siente gusto por el juego de palabras, por su sonoridad, sus rimas, sus onomatopeyas. Debemos reivindicar así, el valor de los cuentos orales como recurso lúdico y pedagógico y hacer de la literatura un mundo mágico donde no exista la obligatoriedad, sino la voluntad por descubrir nuevos mundos, donde a partir de la escucha de historias, canciones y retahílas que le resultan atractivas y motivadoras, el niño desarrollará su lenguaje, su léxico y sus estructuras gramaticales. Por otra parte, el cuento folclórico es el primer e importantísimo paso que acerca al niño a la lectura, es decir, al cuento escrito. 

Es por ello, nuestro deber como maestros rescatar del cancionero infantil aquellas viejas canciones, todavía vivas, de modo que continúen su itinerario iluminando aulas escolares y patios de juego. 


BLOQUE 3

En este tercer bloque se centra en que los niños disfruten con la literatura. Los niños adoran los cuentos, les encanta que les cuenten cuentos, escuchar y aprender de la palabra hablada y para ello, necesitan que la voz que les narra el cuento consiga llegar a los niños que no saben leer. El narrador es un indispensable agente socializador quien hará que su relato sea una verdadera entrega artística. Por lo que aprender a narrar bien toma su tiempo. 

Es fundamental fomentar el acceso de los niños a través de preguntas durante o al final de la historia, una interactuación que permite que los niños se fijen en los personajes principales, en las líneas básicas del argumento y en la enseñanza subyacente. Si los niños no recuerdan determinados hechos no implica la no comprensión de la historia. Una técnica que se utiliza con frecuencia es el cuentacuentos, momento destinado para textos folclóricos o textos inventados. 

Mucha gente confunde cuentacuentos con lectura de cuentos o con narración de libros. En el cuentacuentos no se utilizan ilustraciones, las únicas imágenes que el receptor ve, las crea su imaginación y ésta es, precisamente, la mayor virtud del cuentacuentos: la capacidad de generar imágenes en la mente del que escucha, la capacidad de desarrollar la fantasía, la imaginación. Basta la modulación de la voz y las palabras, el ademán, el gesto, la pausa oportuna, el cambio de ritmo para que el pequeño oyente visualice los personajes, sus peripecias, los conflictos y sus soluciones. 

Como hemos anotado anteriormente, hay cuentos para ser narrados y hay cuentos para ser leídos y, algunos de ellos, requieren que, durante la narración, el maestro enseñe las ilustraciones a los niños, en los que la ilustración llena las veces del texto y éste se reduce a una simple línea orientadora para el adulto que lo lee, es un libro para ser leído y mostrado a la vez. 

La técnica de la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos... La narración con libro es una “narración”, no una lectura. Si leemos, la interactuación con los receptores será menor. La narración con libro está pensada, fundamentalmente, para trabajar la decodificación gráfica, icónica y, por ello, el maestro no cuenta la historia ilustrándola con las imágenes, sino que “cuenta” las ilustraciones, es decir, narra describiendo, apoyándose en los decorados, los personajes, los detalles, los gestos, los movimientos... 

Por otro lado, la narración con libro al igual que en el cuentacuentos, debe conocer la historia de antemano para transmitirla con sus palabras y para interactuar continuamente a través de algunas preguntas con los receptores. 

En la lectura lo fundamental es que los niños escuchen y entiendan los cuentos que se les leen siendo la persona que lee un texto en voz alta, un intermediario entre el texto y un grupo de oyentes que, o no saben leer o no disponen del texto para leerlo personalmente cuya finalidad es la comunicación. De forma que para leer una historia a los niños hay que tener en cuenta la entonación, ritmo, volumen, expresividad, pausas, interactuación... además de leer despacio, claro y vocalizando, sin sobreactuaciones, teniendo en cuenta que los niños cuentan con nuestras palabras y con su imaginación para comprender, recrear y disfrutar la historia. Éste es un importante contacto con la lectura, por tanto, tenemos que servir de ejemplo, Los niños escuchan, leen la significación de la narración en la entonación, en el ritmo, en los gestos, en los movimientos corporales, etc. Aprender a escuchar ayuda a los niños en la posterior comprensión de la palabra escrita. 

El niño prelector se encuentra en un momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por aprender, por conocer. Por ello es fundamental que el niño escuche y entienda los cuentos que se les leen y que comparta con otros niños esa sensación de emoción, expectación, silencio y comprensión. Las palabras escuchadas y claramente comprendidas serán más fácilmente reconocidas cuando el niño se inicie en la lectura. El desarrollo y el perfeccionamiento de esta destreza hará de él un verdadero lector si no hay nada que se oponga entre él y su deseo de leer. Leer todo cuanto cae en sus manos, todo cuanto les rodea: anuncios, carteles publicitarios, nombres de calles... convirtiéndose la lectura en un juego, donde el mayor peligro pedagógico en este sentido: la pérdida del deseo lector. 

El maestro debería tener mucho cuidado en desarrollar de forma atractiva, motivadora y cercana al niño el aprendizaje lectoescritor. Una buena educación lectora supone la base más segura sobre la que crecerá el autoaprendizaje futuro. 

El maestro debe estudiar un puñado de cuentos cada año y llegará así a poseer así un repertorio que no permitirá que se le sorprenda desprevenido a la hora del cuento. 


BLOQUE 4
En este cuarto bloque hemos trabajado los libros con y para los niños, como forma de acercar a los niños a la literatura a través de múltiples estrategias con las que se pueden conseguir grandes creaciones. 

Crear textos para niños, no es complicado sólo hay que tener en cuenta que el argumento sea cercano a los niños y responda a sus intereses y necesidades con una estructura sencilla, lineal y reiterativa; que los personajes permitan la identificación del niño además de aportar cierto elemento mágico o exótico; que existan enseñanzas evidentes en el terreno de los conceptos, los procedimientos o las actitudes; y por último, que el lenguaje sea adecuado a la edad y que si además aparecen ilustraciones, la imagen debe predominar sobre el texto, que refleje la historia con una secuenciación correcta y completa y que no sea estereotipada, donde el maestro, en este caso, se convierte en mediador de la actividad y participa solamente encauzándola, fomentando la creatividad y la fantasía, coordinando los turnos de palabra y elaborando la redacción definitiva que leerá para que los verdaderos autores, los niños, den su “visto bueno” al resultado. 

La creación de textos, puede ser colectiva y oral, como la creación en cadena, a partir de estrategias como “El libro viajero”, el “Libro en clase” o “Álbumes de fotografías”. 

Para hacer creaciones en prosa existen varias estrategias y a mi las que más me llamaron la atención fueron la de la hipótesis absurda, la de estructura de un cuento en otro espacio o tiempo y la de y ¿después del cuento? 

Para hacer creaciones en verso pasa lo mismo y a mi las que más me llamaron la atención fueron la de ¿cómo es?, las letanías y los caligramas. 

Para hacer creaciones dramáticas se necesita mucha imaginación e inventar los diálogos que los personajes llevarían a cabo y también se pueden utilizar las estrategias de la creación en prosa. 

La creación de libros debe de cumplir tres reglas básicas como que sea resistente, que se realice la más mínima inversión económica y que se le dedique poco tiempo. 

Finalmente, es importante crear un rincón de lectura completo y variado, de manera que se sientan partícipes del rincón, que lo vean como suyo, favoreciendo que los cuentos estén a en el aula y al alcance de los niños de modo que tengan un contacto directo con los libros. Libros que deben responder los intereses y las necesidades emocionales de los niños en situaciones generales o particulares. 


BLOQUE 5

En este último bloque se centra en cómo poner en práctica todo lo aprendido y cómo acercar a los niños a la Literatura, a través de un rincón de lectura o una biblioteca de aula organizada donde se les pueda acompañar a los niños en este proceso de contacto con los libros, aportándoles afecto, buenas palabras, de este modo los niños sabrán ocupar dicho espacio y sabrán cuál es su función donde “solo lo que se ama, se cuida y se conserva”. Para lo cual, este inicio lector, exige por su parte, una importante atención del profesor, así como que el espacio elegido sea confortable, motivador, ordenado facilitando diversas actividades y elecciones diversas al uso autónomo de los niños con materiales visibles y accesibles, a la altura de los lectores donde los niños se sientan identificados y lo vivan como suyo, espacios de vida que den lugar a interacciones con los demás y con los objetos. 

Además de todo esto, es importante que al a hora de seleccionar y gestionar los fondos, es importante conocer las fases evolutivas porque de ello niños se dependerán los intereses de los niños y sus posibilidades en relación con el libro y la lectura. Respecto a la selección, no hay que centrarse sólo en los de autor, sino que también se pueden incluir paraliterarios, los creados con y para los niños y también otros como los que se tienen en casa. De forma que se anime y se aproxime a descubrir los libros de forma voluntaria, desarrollando poco a poco, el placer de la lectura. 




APORTACIONES SOBRE LA REALIZACIÓN DE LAS ACTIVIDADES, LAS CORRECCIONES DE LA PROFESORA Y LOS COMENTARIOS DE TUS COMPAÑEROS DE CARA A TU FUTURO PROFESIONAL 
 


La realización de actividades sin duda han sido de gran utilidad a la hora de poner en relación la teoría con la realización de actividades prácticas, lo que me ha ayudado a poder interiorizar y comprender aún más la teoría y adquirir conceptos y conocimientos de manera más práctica. Además, el hecho, no sólo de realizar las actividades, sino tener que comentar las actividades de otros compañeros, me ha ayudado a afianzar aún más la teoría o aspectos de la misma que de no haber sido por el comentario de otros compañeros no hubiese sido consciente. Así mismo, el hecho de tener que comentar a otros compañeros sus actividades, me ha ayudado a poder descubrir otros cuentos e ideas interesantes de sus trabajos, así como, me ha hecho reflexionar en algunas cosas sobre mi propio trabajo. En definitiva, estos comentarios son muy útiles para ayudarnos a enriquecernos y aprender los unos de los otros a través de la reflexión y ayuda mutua. 



EXPLICAR CÓMO VAS A CONVERTIR TODO LO APRENDIDO EN TU FUTURO DOCENTE. 


En primer lugar, creo que para convertir todo lo aprendido, uno debe convertirse primero en lector y conocer muy bien aquello que se quiere ofrecer a los niños para poder influir y convertir todo lo aprendido en una experiencia real. 

En este sentido, gracias a esta asignatura he podido descubrir el verdadero significado y sentido de una buena literatura infantil. Ahora puedo decir que cuento con los conocimientos y herramientas necesarias para poder abrir el camino a que la literatura tenga un puesto valioso como un elemento de comunicación, contribuyendo al gusto por la lectura, mostrando y haciendo reflexionar, no tratando de dar respuestas anticipadas, dejando que sean los niños quienes decidan, en función del momento de su vida, lo que el texto les está trasmitiendo. 

Para lo cual, me gustaría ofrecer a los niños la literatura infantil como un juego más, que divierta y deleite, donde no la sientan como algo obligatorio, sino como voluntario para lo cual, partiré siempre de conocer primero cuáles son los intereses y el momento evolutivo de los niños. 

En mi futuro como maestra espero poder poner en práctica las diferentes estrategias aprendidas así como realizar creaciones con ellos, y por supuesto, mi mayor deseo será crear algún día un espacio de lectura que les invite a los niños a quedarse y a disfrutar libremente y de forma activa y voluntaria al placer por los cuentos y con ello al placer por la lectura. 




BIBLIOGRAFÍA

Labajo González, I. (2018). Literatura Infantil (Guía de trabajo). CSEU "La Salle."

Labajo González, I. (2018). Literatura Infantil (Apuntes de la asignatura). CSEU "La Salle."

2 comentarios:

  1. Buenas tardes María

    Con respecto a este artículo final, tengo que decirte que has hecho un gran trabajo comentando todos los aspectos y bloques que hemos hecho durante todo el cuatrimestre, has resumido de que iba cada bloque profundizando en las aspectos mas importantes.

    En conclusión has hecho un buen trabajo.

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